miércoles, 14 de julio de 2010

Para celebrar mi santo...



Amaneces soleado y en La Cabrera -Madrid- hace un sol radiante. La temperatura a las nueve de la mañana es más o menos de 25 grados pero el sol ya empieza a picar. Rubén (compañero habitual de cordada de Quique), Santi Abellanas y Quique Arranz nos reunimos en el bar de turno para comentar la vía que estamos a punto de ascender. Haremos 4 largos que en total suman una ascensión de 135 metros.
A las nueve y media comenzamos el acercamiento a la base de la montaña. Después de una terrible subida de 40 minutos a pie cargando con todo el equipo llegamos. La dificultad del día es subir los tres en una cordada triple por una vía semiclásica -no equipada totalmente- con la solera que está cayendo.


Por fin, a las 10:20 comenzamos a ascender. Rubén encabeza la marcha y sube los primeros 30 metros con poca dificultad, después sube Quique correteando por la pared pues ya estaba asegurado por Rubén y por último sube Santi en su modalidad favorita, speed climbing. En la reunión descansamos un momento, paramos a beber agua y fumar un cigarrillo mientras un helicóptero de rescate da vueltas muy cerquita de nosotros ¿parecemos asustados?, más bien no.

Seguimos subiendo largo tras largo hasta llegar a una pared absolutamente vertical. El viento a esta altura ruge con fuerza y se nos hace complicado hablarnos a pesar de estar a menos de un metro unos de otros. Finalmente Rubén se decide a atacar el último largo. En vertical son 30 metros con alguna dificultad añadida, hay que inventarse varios seguros y subir por una cornisa por la que sopla un viento verdaderamente fuerte. Desde abajo vemos que tiene algunos problemas de indecisión. Es la primera vez que sube esta parte y duda por donde avanzar. Veinte minutos después llega triunfalmente a arriba del todo donde hace reunión. A los pocos minutos llega Quique a la cima muy seguido de Santi. Son las dos y media y hemos subido bien aunque con mucha calma.
Rappelamos los 130 metros y para poner la guinda al pastel nos volvemos al bar del inicio a brindar con una cerveza fresca y curarnos nuestrasheridas de guerra. Hoy el parte es muy leve: quemaduras por el sol en los brazos y la nunca, un par de cortes en los dedos y misteriosamente un corte en un dedo del pie de Santi.
Queda todo dicho, para los aventureros habrá más subidas así que no tienen más que avisar.

1 comentario:

  1. Quique,
    aviso que me quiero apuntar al próximo plan... aunque no tengo muy claro si tú estabas o no: no te veo en ninguna foto!

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